"Costa Rica, tierra de paz, democracia e inversión" se titula el nuevo artículo de nuestro director legal, Herman Duarte, publicado en La Prensa Gráfica este 3 de mayo del 2021.
Columna escrita por nuestro director legal Herman Duarte - Abogado y escritor
En el año 2020, Costa Rica rompió su propio récord en atraer proyectos de inversión: INTEL anunció la reinversión de $350 millones; MICROINVENTION la de construir una planta de 20,000 metros cuadrados; ASTRAZENECA anunció que por su parte destinaría $8 millones para una nueva planta, entre otros proyectos que varían entre $2-$21 millones. CINDE, la agencia de promoción de la inversión, reporta que en 2020 captaron 81 nuevos proyectos: 26 nuevas empresas de 11 países diferentes y 55 reinversiones que dan como resultado casi 20 mil nuevos empleos (con un salario mínimo de aproximadamente $500). Estos proyectos se suman a los consolidados por multinacionales como Amazon, Coca-Cola, 3M, Walmart, Intel, Procter and Gamble (P&G) o IBM; que se suman a las más de 300 multinacionales que tienen sus headquarters en Costa Rica.
¿Pero qué es lo que tiene Costa Rica que atrae? ¿Será la seguridad que produce no tener militares quienes han demostrado ser el génesis de problemas sociales a nivel mundial? ¿Será su tradición democrática que no fue mancillada por una guerra civil? ¿Será la ausencia de confrontaciones entre poderes del Estado? ¿Será su naturaleza que enamora? ¿Sus cientos de hoteles repartidos entre montañas, playas y ciudades? ¿Será su marco jurídico que incluye y no discrimina a las personas por su orientación sexual, género, etnia? ¿Qué será lo que Costa Rica ofrece que logra construir los peldaños para alcanzar el desarrollo? Justamente, el año pasado Costa Rica consolidó esa ruta crítica al ser invitado al "club de las naciones ricas" (la OCDE) que muestra el potencial de la nación centroamericana.
Lo que ofrece Costa Rica es la tan añorada seguridad jurídica, que da la certeza a un inversionista que puede colocar su capital en un país en donde no existe el riesgo que de la noche a la mañana se cambien las leyes o la Constitución, ni el temor que ocurrirá una arbitrariedad que anule la inversión efectuada. En todo caso, si eso llega a suceder (porque también pasan cosas, tampoco que es Disneylandia), existe un marco normativo moderno para la resolución de conflictos por vía de arbitraje o bien ante las Cortes Nacionales, donde se hacen valer los derechos de inversionistas. Es importante aclarar que no tiene que ser un multimillonario, ni una multinacional para invertir en Costa Rica, muchas personas invierten en crear una persona jurídica (S. A./SRL), abren cuentas bancarias con el respaldo y garantía que su dinero está en un país estable y en cuestión de unos 10 días empiezan a facturar, todo de forma digital.
Como cualquier país, Costa Rica tiene sus dificultades sociales (en el año 2020 se vieron protestas sociales fuera de control), tiene puntos de mejora y otros puntos que pueden poner en riesgo su prodigiosa posición en el mercado mundial para atraer inversiones. Pero la evidencia que se respalda con hechos deja entrever que Costa Rica sigue haciendo bien las cosas y que ha creado las condiciones para un desarrollo en infraestructura humana (salarios dignos, talentos desarrollados), digital (todo está digitalizado, casi el 100 % de los trámites se puede hacer con firma digital), legal (marcos normativos modernos de arbitraje, atraen inversiones) y estructural, sin dejar a un lado la tan importante tradición de paz social, que logran que el país destaque.